Buen Doctor
Sr. Josemaria Casellas
Barcelona
Muchas personas sufren de pánico a la hora de ir al odontólogo: taquicardia, sudación y temblor son algunos de los signos.
El ruido del torno los persigue toda la noche, el gusto a la anestesia les invade la garganta, el olor de la amalgama no los deja probar bocado y el miedo les invade los sueños.
Muchas personas sufren a la hora de ir a una consulta odontológica, incluso desde el momento que sacan el turno, y a partir de ahí, todo es una pesadilla. No duermen, tienen miedo, sudan y se estresan de sólo pensar en sentarse en el sillón del consultorio. Sin mencionar que esperan hasta último momento para marcar el número fatídico.
La razón principal de estas fobias es el miedo al dolor.
Si en el pasado, ir al dentista era realmente doloroso, hoy dia no hay ninguna razon valida para sentir dolor.
Las tecnicas de anestesia, los productos utilizados y la experiencia del dentista le permiten ir al dentista con la garantía de que no va a sentir nada. Ni el primer pinchazo, ya que este se hace por lo general en una zona desprovista de nervios.
Entonces ¿por qué a pesar de todo tenemos miedo?
Quizás podamos asemejarlo a nuestro miedo ancestral a la arañas o a las serpientes. El miedo esta ahí, pero no hay razón valida para que exista.
Lo mejor es hablar con su dentista , explicar sus miedos… Y constatar que no tienen fundamento.
- No llegar con mucho tiempo de antelación porque desde la sala de espera puede escuchar gritos o llanos de algún niño y eso lo puede tensionar más.
- Acordar una señal con el dentista para hacerle saber cuándo debe parar en caso de que se sienta dolor o simplemente para descansar. Esto a su vez hace sentir que uno tiene el control de la situación y la puede manejar, lo que tranquiliza.
- Hablar con el odontólogo y que éste explique en qué consistirá el tratamiento. Sirve para no encontrarse con algo no previsto que pueda tensionar más la situación.
- No esperar que en la primer consulta haya una intervención también sirve para entrar en confianza con el profesional y perder miedo.
- Hacer ejercicios de respiración ayuda a relajarse.